Todos nacemos siendo creativos, con ojos que todo lo ven por primera vez e interpretamos lo que van viendo hasta darle forma con un dibujo, plastilina, con juegos… experimentamos con el mundo y no tenemos miedo de lo que podamos encontrar, ni si a alguien le va a molestar que dibujemos la lluvia verde.
Los seres humanos nos caracterizamos por cambiar y adaptar el mundo que nos rodea con base a nuestras necesidades, es por eso que la creatividad es una de las capacidades más útiles e importantes a lo largo de nuestra vida.
La creatividad es la relación entre seis elementos: aptitudes intelectuales, conocimientos, estilos de pensamiento, personalidad, motivación y contexto.
Claro que no es exclusiva de artistas o inventores, la creatividad está en nuestro día a día, es un reto al cerebro para salir de algún problema o lograr algún objetivo.
¿Cómo lograrlo?
La creatividad nace del caos
¿Cuántas veces no te has visto en un aprieto y has logrado salir de él simplemente gracias a tu ingenio? Las soluciones novedosas son las que diferencian a una compañía de otra, si haces lo mismo que tu competidor sólo te queda hacerlo más barato o con menor costo. Si lo haces diferente, tienes más margen para crear valor.
La creatividad es cuestión de equipo
Uno puede tener buenas ideas pero dos o más personas pueden ordenarlas y hacerlas crecer. Por ello es importante generar facilidades para ese encuentro, que puede lograrse en un espacio físico o virtual.
La creatividad puede resumirse en dos palabras: curiosidad y observación. Curiosidad porque para crear hay que saber: leer muchos medios diferentes, estudiar, ver cine, oír música, viajar. Y la observación es vital, porque la inspiración puede estar en cualquier rincón.
Las grandes ideas no duran, hay que hacer algo con ellas, porque de nada sirve inspirarte si no llevas a cabo ese ingenio.
¿Cómo estimular la creatividad?
Existen varias técnicas o ejercicios para estimular el hemisferio derecho del cerebro que es donde están alojadas la creatividad y la imaginación:
Leer mucho: Esto te ayuda a desarrollar el pensamiento cognitivo y la memoria, además de que te brinda nuevas ideas y experiencias.
Dormir: Hay estudios llevados a cabo por especialistas de la Universidad de California que establecen que el sueño hace a las personas un 60% más creativas y les permite desarrollar mejor la imaginación.
Ser curioso: Cuestionarse el mundo, hacerse preguntas y buscar explicaciones para todo es una excelente herramienta para estimular la salud cerebral y la imaginación.
Practicar ejercicio: Además de que es benéfico para la salud, al ejercitarnos, el corazón bombea más sangre e ingresa una mayor cantidad de oxígeno al cerebro, lo cual amplía las posibilidades de procesar información y de desarrollar la creatividad.
Hidratar el organismo: Cuando sientas que nada nuevo se te ocurre o tengas un bloqueo mental, hidrátate con tu bebida favorita.
Sal de la zona de confort: Conoce nuevas personas, intercambia ideas y puntos de vista, de esta forma lograrás ver el mundo desde otra perspectiva.
Juega: Resuelve crucigramas y diviértete con los juegos de mesa, es increíble cómo trabaja nuestro cerebro en cada partida de ajedrez.
Todos tenemos la capacidad de entrenar a nuestro cerebro para ser creativo, pero tenemos que irlo desarrollando, no es un don divino y espontáneo, un toque de varita mágica ajeno a nuestros actos que solo algunos afortunados pueden tener, sino una facultad que podemos entrenar.
Y tú, ¿cómo te inspiras?
“Si quieres trabajadores creativos, dales tiempo suficiente para jugar”.
John Cleese
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